Frigorífico ordenado vale por dos…
Jorge Jaldón Rueda, Dietista-Nutricionista
Algunos son gigantes como si fuera un armario de IKEA, otros pequeños tipo minibar de hotel, los hay medianos con una puerta arriba y otra abajo, los hay blancos, con “chapado” a juego con los muebles o de un futurista color plata “anodizado anti huellas”, los hay con inventos incorporados como dispensador de cubitos de hielo. Casi todos son eléctricos, pero también los hay que funcionan con butano… vamos que los hay de todos los tipos y colores imaginables.
Un invento revolucionario
Hablamos del frigorífico, ese gran invento que revolucionó la forma de conservar los alimentos. Por cierto, el mío es de los blancos llenos de imanes y con una puerta arriba y otra abajo, y cada vez que abro el último cajón del congelador tengo que ir al fisio a que me enderece la espalda.
El frigorífico nos ayuda a conservar los alimentos. Vale, hasta aquí lo tenemos claro, ¿pero sabemos cómo tenemos que usar el frigorífico?. No me refiero a saber que hay que abrirlo y mantenerlo abierto el tiempo necesario, y que no es una fuente de luz cuando la cocina está a oscuras. Eso ya lo sabemos, o ¿no? Me refiero a si sabemos cómo debemos mantenerlo ordenado.
No todo vale
El orden en el frigorífico es fundamental para una buena conservación de los alimentos. Y es que tener el frigorífico ordenado permite encontrar los alimentos más rápidamente, tener controladas las fechas de caducidad de tal modo que pondremos delante, más a la vista, los alimentos que tienen una caducidad más inmediata y así evitamos que algo quede olvidado detrás de las botellas de cerveza y terminen estropeándose, y además si cada alimento está en su lugar recibirá la temperatura adecuada.
- En la puerta: es la zona menos fría del frigorífico, alcanza los 7º , por eso debemos colocar aquellos alimentos que no requieran de menor temperatura para su conservación, las salsas, mermeladas, leche y los huevos.
- En los cajones: será el lugar idóneo de la fruta y las verduras, es conveniente revisarlas frecuentemente para evitar que se quede alguna olvidada y termine pudriéndose. Además los cajones se pueden extraer fácilmente y así se limpian con frecuencia. Ojo, que no toda la fruta y verdura requiere de frío para su conservación, que conozco alguno que metería hasta el saco de patatas si pudiera.
- En la bandeja media: esta es la zona más fría de nuestro frigorífico, por lo que aquí colocaremos carnes y pescados crudos, siempre en un recipiente cerrado para evitar que estos alimentos, aún sin cocinar, puedan contaminar al resto de alimentos que tenemos guardados, ya que el agua o la sangre de carnes y pescados es un foco de contaminación.
- En la zona alta: colocaremos los yogures, quesos bien envueltos, fiambres y también los alimentos ya cocinados. Pero recuerda que antes de meterlos en la nevera deben estar a temperatura ambiente, que si los introducimos a la temperatura que salen de la olla podemos cargarnos el frigorífico, ya que el motor de éste tiene que hacer un sobreesfuerzo para mantener la temperatura.
- En el congelador: debe estar siempre a una temperatura inferior a los -18ºC. Los alimentos que guardemos en nuestro congelador deben estar bien protegidos para evitar que el frío los queme, y si podemos etiquetarlos de alguna manera que luego nos ayude a identificarlos mejor. ¿Dime que nunca has descongelado un tupper creyendo que eran croquetas y resulta que al final eran unas lentejas?. Y recuerda que una vez descongeles un alimento nunca debes volver a congelarlo.
Visto lo visto desde hoy, juro ante Balay y ante Fagor, que voy a tener el frigorífico más ordenado y reluciente que la sala de trofeos de un club de fútbol de primera división.
¡Anda que si los frigoríficos hablaran qué de cosas podrían contarnos!
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