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Hoy conocemos… a la coliflor!
La Habitación Saludable, Nutrición
La coliflor, aunque no lo parezca, pertenece a la misma familia que la col rizada, las coles de Bruselas y, por supuesto, el brécol (o brócoli), las crucíferas. Esta familia crece bien en climas fríos, por eso su temporada es cuando llevamos abrigo, otoño e invierno.
Es una hortaliza que, aunque a veces subestimada, está llena de historia, sabor y nutrientes, así que vamos a explorar un poco sobre su origen, las variedades que existen, sus beneficios para la salud, y por supuesto, darte una receta que te ayudará a incorporarla de forma deliciosa en tu dieta diaria.
Un tesoro blanco con mucho que ofrecer
La coliflor es originaria de las regiones del Mediterráneo oriental, donde fue cultivada por primera vez hace más de 2.000 años. Se cree que los agricultores de Asia Menor y el Mediterráneo la domesticaron a partir de variedades silvestres de brécol y coles. Los romanos la apreciaban por su versatilidad y, más tarde, durante la Edad Media, su cultivo se extendió por Europa, especialmente en Italia y Francia. En el siglo XVI, la coliflor llegó a ser una hortaliza muy popular en la gastronomía europea, y hoy en día se cultiva y consume en todo el mundo.
Variedades de Coliflor
Existen diferentes variedades de coliflor que varían en forma y color:
- Coliflor blanca. La más conocida y con mayor contenido en vitamina C.
- Coliflor morada. Tiene ese tono debido a la presencia de antocianinas(flavonoides que dan color a la planta) con un papel importante como antioxidante y propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias.
- Coliflor verde o Romanesco. Tiene una estructura fractal única que la hace visualmente espectacular y apetecible. Tiene una textura crujiente y tiene un sabor algo más suave que la coliflor tradicional. Además, tiende a causar menos hinchazón en comparación con la coliflor tradicional, debido a que es más fácil de digerir. Rica en vitamina C y B.
- Coliflor naranja. Contiene más betacaroteno, lo que le da su característico color y aumenta su contenido en vitamina A.
¿Sabías que…?
¿…China es el mayor productor de coliflor del mundo? Y seguro que cada planta de coliflor solo produce una cabeza, ¿a que no? Y sabías que en la Edad Media existía la creencia de que comer coliflor antes de beber protegía contra la embriaguez?
La coliflor y sus nutrientes mas destacados:
La coliflor tiene un alto contenido en agua, alrededor del 92%, por lo que es baja en calorías; a penas 25 en 100 gramos. Sin embargo, está cargada de nutrientes esenciales, entre los que podemos destacar:
VITAMINA C – Antioxidante que protege nuestras células contra los daños causados por los radicales libres.
VITAMINA K – Necesaria para que tenga lugar la coagulación sanguínea.
VITAMINAS DEL GRUPO B – Principalmente B5, B6 y B9 (ácido fólico), necesaria para convertir los alimentos en energía, producción de glóbulos rojos y blancos, producción de hormonas y neurotransmisores. entre muchas otras.
FIBRA – Que ayuda a realizar una buena digestión y promueve la salud intestinal.
MINERALES – En la coliflor encontramos potasio, fósforo, magnesio y pequeñas cantidades de calcio y hierro, esenciales para la salud ósea, muscular y cardiovascular.
COMPUESTOS SULFUROSOS – Unos de sus compuestos más interesantes, que ha demostrado inhibir el crecimiento de células tumorales y proteger el ADN celular, además de ser beneficiosos para la salud cardiovascular
5 trucos contra los gases
Para algunas personas tomar coliflor es sinónimo de tener muchos gases o sentirse hinchado durante horas. Esto se debe a la presencia de un azúcar llamado rafinosa que nos cuesta trabajo digerir y cuando llega a nuestro intestino, las bacterias lo hacen por nosotros, fermenta. Esto provoca los molestos gases.
Te damos unos truquillos que te pueden servir:
- Ponla en remojo en agua tibia o incluso una leve cocción. Esto hace que las paredes se ablanden, la rafinosa pase al agua y con un buen enjuague hayas eliminado gran parte de esta.
- Hay quien la pone en remojo en agua, pero también añade con una pizca de bicarbonato y un chorreón de vinagre durante unos 20 minutos antes de cocinarla. Pasado ese rato, se enjuaga con agua corriente y lista. Éste método basa su eficacia en el mismo mecanismo que el punto anterior, pero además ayuda a la eliminación de algunos compuestos sulfurados que también pueden contribuir a la producción de gasas.
- Cocínala bien. La cocción ayuda a descomponer los compuestos que causan gases. Puedes hervirla, cocinarla al vapor o incluso asarla.
- Añade especias como el comino, el hinojo o el jengibre durante la cocción. Estas ayudan a minimizar la producción de gases.
- Introducirla de forma gradual. Si no estás acostumbrado a consumir coliflor, empieza con porciones pequeñas para que el cuerpo se adapte.
Coliflor con bechamel
Son muchas las recetas de coliflor que nos gustan, pero si tenemos que destacar una a la que sucumbe cualquier amante de la coliflor, esa es la coliflor con bechamel. La ventaja de las crucíferas es que son camaleónicas, lo mismo haces con ella una base para pizza, que unos falafels, unas muffins, un cuscús, un picoteo para una fiesta, unas hamburguesas…
Ingredientes (4 raciones):
- 1 coliflor mediana
- 500 ml de leche
- 150 g de queso mozzarella
- 60 g de harina
- 1/4 de cebolla
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
Instrucciones:
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- Cuece la coliflor (vapor o hervida), pero no demasiado. Que quede un poco ‘aldente’. Mientras se cuece, prepara la bechamel.*
- En una bandeja de horno pon la coliflor y salpimiéntala, cúbrela con la bechamel y pon el queso pon encima.
- Llévalo al horno y gratínalo.
- A disfrutar.
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- Pica la cebolla.
- En una cacerola a fuego medio sofríe la cebolla con el aceite.
- Sube el fuego y añade la harina sin dejar de remover.
- Añade la leche, la nuez moscada, la sal y la pimienta al gusto. Pon el fuego medio y no dejes de mover, durante unos 7 minutos (verás que de repente espesa).
Como ves, la coliflor es una hortaliza versátil y repleta de nutrientes, que puede formar parte de una dieta equilibrada y saludable. Sus diferentes variedades ofrecen opciones interesantes tanto en sabor como en presentación. Además, su bajo contenido calórico y sus numerosos beneficios para la salud la convierten en una excelente elección para acompañar tus platos. ¿Te animas a probarla? Bon appetit!
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